Si se responde a
alguno de estos interrogantes de forma negativa, entonces está claro que se
debe trabajar en una fórmula para comenzar a marcar una diferencia o captar la
atención del público con algo que pueda encontrar dentro de su producto o
servicio y que despierte el interés en los consumidores. De igual forma también
es importante especificar los elementos básicos como el precio, el color, el
empaque, la distribución y la calidad, entre otros.
Tienes una gran idea, pero ésta es sólo el
comienzo. Además, ten por seguro que hay ciertas señales que indican que serás
un emprendedor exitoso. Debes descubrir cuáles son tus consumidores
potenciales, solidificar tu plan y hacer del negocio tu prioridad número uno.
Hazte las siguientes preguntas y las respuestas revelarán tus probabilidades de
triunfar:
1. ¿Has definido una manera de aumentar los ingresos?
Para lograr esto necesitas un modelo de negocios y definir a tus clientes meta. No sólo porque tengas una buena idea quiere decir que triunfarás. Debes saber quién va a querer tu servicio o producto y asegurarte de que eso te genere ganancias.
2. ¿La gente necesita tu producto o servicio?
Al cuestionarse se logra no sólo reflexionar y definir las características de su propio producto o servicio, sino también aprender de estos para explorar sus bondades.
¿Tu nuevo negocio tiene un nicho real? ¿Tus consumidores
realmente necesitan lo que estás desarrollando? Aunque lo que ofrezcas no sea
completamente nuevo, asegúrate de que tenga algo que te diferencie para que
resaltes de entre la competencia, una forma de implementar esta diferenciación es contar con las estrategias mercadotécnicas dirigidas y segmentadas de acuerdo a tu cliente objetivo.
3. ¿Estás listo para los cambios?
Aumentará sus probabilidades de éxito si hace un plan que
sea específico, realista y práctico. Comience con dos o tres pasos pequeños. Asegúrese
de que sus cambios concuerden con sus preferencias y con su horario. Seleccione
las cosas que está seguro que puede hacer. Invite a sus familiares para hacer
los cambios también.
Habrá desviaciones que tendrás que enfrentar sin importar
qué tan bien salga el plan. Una cosa es tener un plan de negocios detallado, pero es otra tratar con las
realidades del día a día. Debes estar preparado para lo inesperado y asegurarte
de que puedes improvisar.
4. ¿Estás realmente involucrado en el negocio?
Si no sabes exactamente qué está pasando con tu nueva empresa, las probabilidades son que no obtendrás ganancias. No puedes terminar todos los pendientes, seguir con tu trabajo actual y pensar que tu idea funcionará.
5. ¿La empresa es una prioridad en tu vida?
Las preocupaciones de la familia pueden arruinar el negocio, pero, ¿qué pasa con lo demás? ¿Estás listo para renunciar a tus fines de semana para estar en la oficina?
No hay forma de construir una compañía sin
hacer ciertos sacrificios en otras áreas de tu vida. Si no estás listo para hacer eso, no vas a
poder avanzar y será más difícil que alcances el éxito.
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